Thom Yorke, líder de Radiohead, y Nigel Godrich han
retirado sus discos de Spotify, Rdio y otros servicios de streaming de música
por no estar de acuerdo con el modelo de negocio de dichas empresas y
por las pequeñas cantidades de dinero que reciben en compensación por
miles de reproducciones de sus canciones y álbumes.
“No os engañéis, los nuevos artistas que descubres en Spotify no cobrarán nada”,
escribió
en Twitter Thom Yorke este fin de semana. “Nos vamos de Spotify. La
razón es que nuevos artistas no cobran una mierda con este modelo. Es
una ecuación que no funciona”,
publicó Godrich también en Twitter.
Si analizamos Spotify, Rdio o Deezer como una fuente de ingresos para
los artistas nos encontramos que tan sólo los grupos más reconocidos
son capaces de rentabilizar su presencia en ellos.
Artistas independientes reciben muy poco de dinero por miles de reproducciones de sus temas (Grizzly Bear
afirma que por 10.000 reproducciones recibieron 10 dólares) y reclaman un sistema diferente de reparto de ingresos.
La gran pregunta es qué otro tipo de sistema debería implementarse
para beneficiar a los creadores de contenidos y evitar este tipo de
situaciones. Parece de sobra demostrado que el
streaming de música no es un modelo rentable para los artistas; y por ahora
tampoco lo es para empresas como Spotify o Rdio que están lejos de alcanzar la rentabilidad y que tienen una clara dependencia de los intereses de las grandes discográficas.
Thom Yorke y Nigel Godrich no son ni mucho menos los primeros en
quejarse sobre la actual situación. Muchos otros artistas lo han hecho
ya y la situación apenas ha cambiado. El streaming de música por 10
euros al mes está cambiando la forma en la que los usuarios consumen
este tipo de contenidos y
acercando a un público más amplio al mundo de la música.
El próximo paso será conseguir que para los artistas resulte rentable económicamente estar en Spotify o Rdio. ¿Será posible o las actuales reglas del juego son las que son y toca adaptarse a ellas?
Actualización: Spotify ha respondido a las quejas de los artistas con el siguiente comunicado oficial:
“El objetivo de Spotify es hacer crecer un servicio que la gente
adora, por el que quieren pagar y que proporcionará ayuda financiera a
la industria musical
para invertir
en nuevos talentos y nueva música. Queremos ayudar a los artistas a
conectar con sus fans, encontrar nuevos seguidores, hacer crecer su base
de usuarios y permitir que vivan de la música que crean.
En estos momentos estamos en las primeras fases de un proyecto a
largo plazo que ya está teniendo un impacto muy positivo en los artistas
y la música. Hemos pagado 500 millones de dólares a los propietarios de
los derechos de autor y a finales de 2013 alcanzaremos los 1.000
millones de dólares. Una gran parte de este dinero está siendo invertida
en nuevos talentos y en producir música nueva.
Estamos totalmente comprometidos con hacer que Spotify sea el
servicio de música más pro-artista que existe, y estamos constantemente
hablando con los artistas y los managers sobre cómo Spotify puede
ayudarlos en sus carreras”.