El anuncio de Twitter de que a partir de ahora bloqueará los mensajes que violen normas o creencias en algunos países ha causado un auténtico revuelo. Empezando por muchos usuarios de la propia red social, que consideran la medida una forma clara de censura y han creado varias etiquetas para agrupar sus protestas, como #TwitterCensored (en inglés) y #CensuraTwitter (en español). Esta última se ha situado en primer lugar en la lista de temas más comentados en España este viernes.
Otros usuarios, encabezados por el colectivo Anonymous, van más allá en su reacción y convocan una huelga de tuis durante todo este sábado a través de la etiqueta #TwitterBlackout. Pretende con ello provocar un gran "apagón" en la red social para demostrar el descontento de la comunidad de usuarios. Los ciberactivistas se preguntan además qué se puede esperar de una compañía en la que han invertido magnates de Arabia Saudí.
La sospecha de que la compañía, hasta ahora gran defensora de la libertad de expresión en Internet, se ha plegado a los deseos censores de ciertos Gobiernos con el objetivo de no frenar su expansión internacional se cuela en cientos de tuis y artículos de medios especializados en tecnología. "Desafortunadamente, es un paso lógico para una plataforma que desea ser aceptada en todo el planeta. Algunas compañías se ven obligadas a hacer serias concesiones en su forma de hacer negocios para satisfacer los caprichos de magnates de negocios, policía secreta y líderes religiosos. Twitter acaba de hacer una de estas concesiones", sostiene la revista TechCrunch. En la misma línea, Mashable lanza al aire la siguiente pregunta: "¿Debería Twitter comprometerse con Gobiernos censores por el bien de su expansión global?".
La compañía dice que la libertad de expresión se entiende de forma diversa en el mundo
“Estoy seguro de que Mao estaría contento”, escribe Trevor Gilbert en Pando Daily. Y The Guardian, por su parte, se pregunta si esta medida podría usarse para bloquear tuits que puedan resultar injuriosos para ciertas celebridades.
También se han alzado voces desde organizaciones como Reporteros sin Fronteras (RSF), que ha pedido a la compañía que rectifique su decisión por considerarla "nociva" para la libertad de expresión, ya que priva a los disidentes de muchos países de una herramienta "crucial". "Estamos muy preocupados por esta decisión, que no es otra que una censura a escala local, en colaboración con las autoridades y en conformidad con legislaciones locales que muy a menudo están en contradicción con los estándares internacionales en materia de libertad de expresión", declaró RSF en una carta dirigida al presidente de Twitter, Jack Dorsey.
Para justificar la medida, Twitter argumenta que la idea de libertad de expresión se entiende de forma diversa en diferentes lugares del planeta, y pone como ejemplo que Gobiernos como el de Francia o Alemania prohíben la publicación de contenidos favorables al nazismo. "Hasta ahora, la única forma por la que podíamos ajustarnos a los límites de esos países era retirando el contenido globalmente. A partir de hoy, tenemos la posibilidad de retener contenidos de usuarios en un país específico al tiempo que está disponible en el resto del mundo", explica Twitter en su portal.
La red social no deja claro en su publicación cómo determinará exactamente qué mensajes sobrepasan el derecho a la libertad de expresión en cada país, si bien en su página de ayuda al usuario apunta a que el bloqueo de tuits responderá a una solicitud por parte de una "entidad autorizada". "En nuestro continuo esfuerzo para hacer que nuestros servicios estén disponibles en todas partes, si recibimos una petición válida y apropiada de una entidad autorizada, puede ser necesario impedir el acceso de cierto contenido en un país determinado de vez en cuando", indica.
Twitter insiste en que velará por la transparencia del proceso de censura de tuiteos, notificará a los usuarios cuyo contenido sea restringido y marcará el mensaje con un aviso de que ha sido vetado.
Otros usuarios, encabezados por el colectivo Anonymous, van más allá en su reacción y convocan una huelga de tuis durante todo este sábado a través de la etiqueta #TwitterBlackout. Pretende con ello provocar un gran "apagón" en la red social para demostrar el descontento de la comunidad de usuarios. Los ciberactivistas se preguntan además qué se puede esperar de una compañía en la que han invertido magnates de Arabia Saudí.
La sospecha de que la compañía, hasta ahora gran defensora de la libertad de expresión en Internet, se ha plegado a los deseos censores de ciertos Gobiernos con el objetivo de no frenar su expansión internacional se cuela en cientos de tuis y artículos de medios especializados en tecnología. "Desafortunadamente, es un paso lógico para una plataforma que desea ser aceptada en todo el planeta. Algunas compañías se ven obligadas a hacer serias concesiones en su forma de hacer negocios para satisfacer los caprichos de magnates de negocios, policía secreta y líderes religiosos. Twitter acaba de hacer una de estas concesiones", sostiene la revista TechCrunch. En la misma línea, Mashable lanza al aire la siguiente pregunta: "¿Debería Twitter comprometerse con Gobiernos censores por el bien de su expansión global?".
La compañía dice que la libertad de expresión se entiende de forma diversa en el mundo
“Estoy seguro de que Mao estaría contento”, escribe Trevor Gilbert en Pando Daily. Y The Guardian, por su parte, se pregunta si esta medida podría usarse para bloquear tuits que puedan resultar injuriosos para ciertas celebridades.
También se han alzado voces desde organizaciones como Reporteros sin Fronteras (RSF), que ha pedido a la compañía que rectifique su decisión por considerarla "nociva" para la libertad de expresión, ya que priva a los disidentes de muchos países de una herramienta "crucial". "Estamos muy preocupados por esta decisión, que no es otra que una censura a escala local, en colaboración con las autoridades y en conformidad con legislaciones locales que muy a menudo están en contradicción con los estándares internacionales en materia de libertad de expresión", declaró RSF en una carta dirigida al presidente de Twitter, Jack Dorsey.
Para justificar la medida, Twitter argumenta que la idea de libertad de expresión se entiende de forma diversa en diferentes lugares del planeta, y pone como ejemplo que Gobiernos como el de Francia o Alemania prohíben la publicación de contenidos favorables al nazismo. "Hasta ahora, la única forma por la que podíamos ajustarnos a los límites de esos países era retirando el contenido globalmente. A partir de hoy, tenemos la posibilidad de retener contenidos de usuarios en un país específico al tiempo que está disponible en el resto del mundo", explica Twitter en su portal.
La red social no deja claro en su publicación cómo determinará exactamente qué mensajes sobrepasan el derecho a la libertad de expresión en cada país, si bien en su página de ayuda al usuario apunta a que el bloqueo de tuits responderá a una solicitud por parte de una "entidad autorizada". "En nuestro continuo esfuerzo para hacer que nuestros servicios estén disponibles en todas partes, si recibimos una petición válida y apropiada de una entidad autorizada, puede ser necesario impedir el acceso de cierto contenido en un país determinado de vez en cuando", indica.
Twitter insiste en que velará por la transparencia del proceso de censura de tuiteos, notificará a los usuarios cuyo contenido sea restringido y marcará el mensaje con un aviso de que ha sido vetado.
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