A veces nos interesa cerrar la sesión de un usuario por ejemplo, tras un tiempo de inactividad, como comentaba en un viejo artículo del año 2007 (http://enavas.blogspot.com.es/2007/12/cerrar-sesin-de-usuarios-tras-un-tiempo.html) o por ejemplo para activar una serie de cambios que hayamos realizado en su cuenta que requieran volver a iniciar la sesión.
Para hacerlo tan sólo tenemos que usar el comando gnome-session-save, que nos permite salvar y finalizar una sesión o simplemente finalizarla sin salvar. La primera posibilidad nos va a permitir guardar una instantánea de las aplicaciones que estén corriendo durante la sesión para después restaurarla en el siguiente inicio de sesión.
gnome-session-save tiene diferentes parámetros que nos servirán para indicarle al gestor de sesiones lo que queremos hacer.
Para cerrar una sesión desde un terminal, ejecutaremos:
$ gnome-session-save --logout
Y la sesión se cerrará a menos que el cierre de sesión haya sido inhibido por alguna aplicación.
Para forzar el cierre de sesión cuando hay aplicaciones en la sesión que no responden o se encuentran ocupadas, podemos hacer un:
Para forzar el cierre de sesión cuando hay aplicaciones en la sesión que no responden o se encuentran ocupadas, podemos hacer un:
$ gnome-session-save --force-logout
Si queremos cerrar la sesión y que se muestre el cuadro de diálogo estándar de cierre de sesión, ejecutaremos:
Y si queremos cerrar la sesión mostrando el cuadro de diálogo de apagar, reiniciar o suspender:$ gnome-session-save --logout-dialog
$ gnome-session-save --shutdown-dialog
Por defecto, los errores se redirigen a la salida del terminal. Si queremos que se muestren mediante cuadros de diálogo, añadimos la opción --gui. Por ejemplo:
$ gnome-session-save --logout --gui
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