Hasta Apple se ha apuntado a la moda del streaming. Y llegados a este punto, viendo la evolución que han tomado los servicios, llega la hora de comparar los mejores planes de los dos campeones de la cancha: Spotify Premium y Rdio Unlimited. A primera vista los dos ofrecen lo mismo, pero en cuanto empiezas a usar las aplicaciones te das cuenta de que hay muchas diferencias.
La base, eso sí, es la de siempre: toda la música que quieras, para escuchar donde quieras, en el dispositivo que tengas. Fuera límites, todo vale. Ambicioso, pero no del todo realidad. Como en todas las comparativas cada rival tiene sus ventajas e inconvenientes respecto al otro. Pongámoslos cara a cara para ver quién sale mejor.
Diseño y uso: Rdio despunta por ser simple e intuitivo
En cuanto a apariencia, no tardamos mucho en declarar a Rdio como el campeón. Su interfaz es clara, nos permite buscar rápidamente los álbumes y siempre tenemos el reproductor en la barra inferior para saber qué suena en ese mismo momento. La interfaz para tabletas de Spotify (el iPad en este caso particular) también merece ser mencionada, pero su uso es algo más complicado con barras laterales que se superponen unas a otras y un reproductor que siempre queda reducido a una ventana emergente.
También prefiero la organización de Rdio. La idea de las listas de reproducción de Spotify es muy buena sobretodo desde el punto de vista social, pero cuando quieres tener miles de canciones organizadas no puedes hacerlo a base de estas listas. Además, Spotify siempre da por sentado de que quieres compartir todo lo que escuchas y esto no siempre es así. Los usuarios, antes de querer mostrar lo que escuchan, quieren escuchar. Sin contar que en la aplicación nativa, Spotify sólo deja que veamos nuestras canciones en forma de listas nada vistosas ni simples.
La organización en ‘librería’ de Rdio recuerda mucho más a la de aplicaciones como iTunes, donde puedes guardar tu colección de canciones que hayas seleccionado en el catálogo y adicionalmente crear listas de reproducción. La línea que lo diferencia es muy fina porque podríamos llamar a esa colección una “gran lista de reproducción general”, pero sólo con los cambios de la interfaz la usabilidad mejora mucho.
Características: Spotify entiende que su modelo no es perfecto
La balanza se inclina a favor de Spotify en este punto. La biblioteca musical que poseen ambos servicios es vasta, con decenas de millones de canciones, pero fallan muchos grupos que no están de acuerdo con este modelo de negocio. Y por mucho que tengas el 99% de las canciones, el 1% restante provocará quejas de los usuarios. Por esta razón, Spotify ofrece también el almacenamiento y la sincronización transparente de archivos MP3 que tengamos en el disco. ¿Que AC/DC no está en Spotify? Ningún problema, cargo las canciones localmente.
Spotify ofrece alternativas y ayudas para que nos acomodemos bien a su servicio
Rdio, en cambio, mira para otro lado cuando tiene este problema. No podemos cargar nuestras propias canciones, y dependemos completamente de su catálogo. Y si AC/DC no está disponible, no puedes escucharlo. Y mirando en la web de soporte del servicio, es algo por lo que los usuarios se llevan quejando un buen tiempo.
Spotify también ha pensado en los reproductores sin conexión a internet: puedo sincronizar listas de reproducción a algo tan simple como un iPod Shuffle sin depender de iTunes. En definitiva, este servicio comprende que el modelo del streaming no es perfecto y ofrece lo que puede para tapar los agujeros que haya. Y no lo hace mal.
Luego, en el apartado social es el que Spotify también gana. Para buena parte de los usuarios es prescindible, pero algunos puntos como la pestaña Descubrir me hicieron ver cómo en apenas un día escuchaba 5 o 6 discos nuevos y me quedaba con dos de ellos, Cada día descubría música nueva y la añadía a mis listas, algo que con el modelo tradicional de iTunes es imposible hacer.
Puntos a mejorar para ambos servicios
Ambas aplicaciones tienen que enfocarse más en sus defectos particulares, pero hay algunas cosas a mejorar tanto en Spotify como en Rdio. Lo primero: el rendimiento. Spotify ha tenido algunos días de fiabilidad muy baja durante el último mes, donde con una conexión de 100 MB de fibra he tardado más de un minuto en abrir una canción. Para que el modelo de streaming funcione la música tiene que sonar casi instantáneamente. Esto también se traslada al rendimiento de las aplicaciones de OS X y Windows: la de Spotify no es precisamente la más optimizada ni en Windows ni en OS X, y redimensionar la ventana de la aplicación de Rdio da vergüenza ajena. Es como viajar quince años en el pasado.
Lo segundo: la disponibilidad de las canciones. Sé que es un asunto de licencias y de discográfica y que seguro que hay equipos enteros de personas trabajando día a día para ampliar el catálogo, pero a día de hoy todavía me veo obligado a sincronizar demasiadas canciones localmente.
¿Quién gana?
Depende mucho de cada persona, pero para mí Spotify supera a Rdio por el momento. No por lo social, y aún a regañadientes por su interfaz en algunas plataformas, sino porque nos ofrece soluciones a todos los problemas que por el momento tiene el modelo del streaming. Sus planes de pago cuestan 9,99 euros mensuales, pero por ese precio puedes hacer mucho más con Spotify hoy en día.
Imagen | DeviantArt
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